Respirar el aire puro, que llueva y nada importe más que el olor a ozono y naturaleza mojada que queda después, que brille el sol y salgas corriendo a buscar un poco de su calor, trabajar agusto y que no importen las heridas, las moraduras o las agujetas, llenarte de barro y darte una ducha helada y acabar sintiendote mejor que nunca....
Las mil y una cosas que puedes vivir en tan poco tiempo... las mil y una personas que puedes conocer y querer, los sentimientos que afloran con solo una sonrisa...
Sí, soy scout; sí estoy orgullosa de serlo; sí, me llena y es la mejor elección que he echo en mi vida. Digan lo que digan, piensen lo que piensen, seré una niña grande, una ilusa, una tonta, un lo que quieras... pero siendolo soy la persona más feliz del mundo... aunque no todos lo entiendan.
Algo tan insignificante y a la vez tan grande que nos une...
Comparto, sin duda alguna, todo lo que dices. Está claro que el ajetreo, la contaminación y el ruido de la ciudad son cosas difíciles de soportar, y en ocasiones incluso pueden llegar a envolverlo todo en un aura deprimente.
ResponderEliminarPero qué le vamos a hacer, gran parte de la vida transcurre en las grandes urbes, es una certeza. Pero creo que muchos ansiamos o soñamos con poder llevar una vida íntegra y feliz en la montaña, en la naturaleza(con alguna que otra escapada corta a la ciudad, eso sí).
Todo son ventajas, y también la gente es distinta. En las ciudades vivimos aislados los unos de los otros, pese a vivir a unos pocos metros de distancia. Pero en la montaña, en los pueblos, existe mayor contacto, un trato diferente, más cercano y familiar. Por no hablar de que el porcentaje de buena gente es mucho más alto.
Bueno, no quiero extenderme mucho, y no sé si lo hablabas en ese sentido o no, simplemente he escrito lo que pienso de forma sincera.
Saludos y espero poder seguir leyendo cosas por aquí.